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El Pritzker busca lo adecuado y no lo monumental, dice su directora

Martha Thorne, directora ejecutiva del Pritzker, dice en entrevista para Obras que el premio ahora tiene la posibilidad de mirar la obra de otras regiones que antes no eran tan accesibles.
lun 12 marzo 2018 11:38 AM
Martha Thorne-dir ejecutiva Pritzker
Martha Thorne-dir ejecutiva Pritzker - (Foto: Tomada de pritzkerprize.com)

La visión de una "arquitectura más humilde, pero enormemente comprometido con la sociedad" es el mensaje que lanza la elección del Pritzker 2018, que designa a Balkrishna Doshi (Pune, India, 1927) como merecedor de este galardón, expresa en entrevista con Obras, desde Madrid, Martha Thorne directora ejecutiva del Premio Pritzker de Arquitectura.

Al frente del llamado 'Nobel de la arquitectura' durante los últimos 12 años, la también decana de la IE School of Architecture & Design, en España, agrega que el mensaje igualmente pretenden centrar la atención en temas medioambientales y de integridad de la persona, pues Doshi ha permanecido fiel a sus convicciones durante toda su trayectoria.

La obra de Balkrishna Doshi "no es monumental, él no busca una obra que sigue la moda, no busca una obra exuberante. Su obra es como es él: es un arquitecto bastante humilde y la mayoría de su trabajo posee esa escala humana, teniendo en cuenta al individuo", detalla la arquitecta.

En ese sentido, el mensaje del Pritzker es que "para tener un gran impacto en el mundo o en la arquitectura, la obra no tiene que ser monumental ni formalmente exuberante; tiene que ser una arquitectura adecuada para el sitio en que ocurre".

Lee: El jurado del Pritzker 2018 ha premiado al compromiso social

La tecnología amplía la visión del jurado

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Ésta es la primera vez que el Pritzker se otorga a un arquitecto indio. Thorne asegura que "el jurado no habla de nacionalidad; el jurado mira la obra construida, la trayectoria y contribuciones a la humanidad… Nunca han dicho 'nos falta tal país, o hay demasiados de tal otro'".

Comparte que, en efecto, en la actualidad la visión del jurado es mucho más amplia, "la razón es porque tenemos más información gracias a la tecnología y a la accesibilidad en tiempo récord".

 

También menciona que cuando hay países en desarrollo que invierten en arquitectura, o educan a los jóvenes en el campo de esta disciplina, toda esa actividad económica favorece "a una cultura arquitectónica y de la construcción, y a la creación de valores".

VIDEO. Pritzker 2018: 'Espero que en mi obra resida la espiritualidad'

La estudiosa de las ciudades en evolución y los cambios del rol de los arquitectos reconoce que "en estos años existe una especie de sed de ver lo que se está haciendo por todo el mundo; el jurado (del Pritzker) y yo misma tenemos ansiedad por saber qué pasa en los sitios no occidentales, no los europeos o latinoamericanos; estamos mirando a India, África".

Se trata de sitios que quizá no han estado tan presentes en la publicaciones tradicionales o las fácilmente accesibles.

Pero "gracias a la tecnología y a que el mundo es más pequeño ahora que en ningún momento, tenemos más información de otros sitios; viajar es mucho más fácil, lo mismo que hablar con críticos, profesores, arquitectos, con gente de cultura. Es muy amplia la información que tenemos”, explica. 

El contexto global, punto de partida de la deliberación

Martha Thorne comparte que en las deliberaciones del jurados del Pritzker se "intenta por un lado tener en cuenta cuál es la situación del mundo, cuáles los debates, qué está pasando en distintos ámbitos, y poco poco se va acercando a obras".

India ha pasado por muchos momentos. Ahora es un sitio en desarrollo con una organización, pero "también lo vemos en otros países del sur de Asia, Indonesia, China, Corea, Vietnam, en ciertas economías de Latinoamérica, México mismo es un sitio donde hay una cultura arquitectónica enorme, con nuevos arquitectos que tienen toda la oportunidad de construir. Esa actividad también favorece una cultura arquitectónica. El jurado del Pritzker quiere estar muy atento a lo que está opasando", asegura Thorne.

Para la directora ejecutiva del mayor galardón de la arquitectura, el gran reto de esta disciplina es pensar en los seres humanos que viven en un lugar, en un sitio con una historia y un contexto físico y social-cultural-económico, y en que eso ya no es suficiente porque hay problemas enormes de la sociedad: el mal uso de recursos, los temas medioambientales, los de urbanización y calidad de vida en la ciudades o temas como la migración provocada por la desigualdad económica, la guerra, etcétera.

Más información: ¿Quién es y de dónde viene Balkrishna Doshi, Pritzker 2018? 

"El gran reto de la arquitectura hoy en día es responder a lo local, lo inmediato, lo humano, en un momento, pero también darse cuenta que es la parte de un mundo mucho más grande, con unos problemas enormes, y esa conexión entre una escala local con los grandes retos de la humanidad, no se puede separar jamás; hacerlo no sería responsable", concluye.

 

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Arquitectura

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