Riobóo defiende legalidad de contratos obtenidos con AMLO

Grupo Riobóo defendió la legalidad de los contratos que recibió del Gobierno de la Ciudad de México para realizar el proyecto de diseño de los segundos pisos del Anillo Periférico y explicó que se dieron por adjudicación directa debido a cuestiones de propiedad industrial e intelectual, ya que sus modelos están protegidos por patentes. 

Durante el último debate de los candidatos presidenciales el martes pasado, Ricardo Anaya, candidato por México al Frente, cuestionó a Andrés Manuel López Obrador, si durante su mandato como jefe de Gobierno de la capital mexicana había otorgado adjudicaciones directas a la empresa Rioboó por 171 millones de pesos.

López Obrador respondió que no. Pero al día siguiente una investigación de Verficado.mx reveló que la información era cierta y horas más tarde, el propio candidato de Juntos Haremos Historia confirmó la entrega de contratos a esa empresa, dijo que fueron auditados varias veces y que en ellos "no hay nada absolutamente chueco".

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Solo el diseño; no la construcción

Grupo Riobóo manifestó en un comunicado también el miércoles que la compañía solo se encargó del diseño de la obra, pues "ninguna de las empresas de Grupo Riobóo es contratista y jamás han construido físicamente nada. Son firmas de diseño de ingeniería especializada o de gerenciamiento, coordinación o supervisión. En pocas palabras: no es constructora".

En sentido, aseguró que Ricardo Anaya, aspirante presidencial de la coalición Por México al Frente, "señaló falsamente" que el grupo fue favorecido con adjudicación directa, sin haber de por medio una licitación.

La adjudicación directa es una de las vías legales para otorgar contratos de compras públicas en México. Esta modalidad ha llegado a ser criticada, pues a diferencia de una licitación, donde varias empresas compiten con propuestas, en la adjudicación directa no hay competencia y presenta más riesgos de corrupción. 

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Ajudicación directa era la única vía

Riobóo explicó que recibió la adjudicación por los segundos pisos "debido a que resultaba la solución más económica y conveniente al interés público; y solo podía ser otorgada al Grupo debido a que los modelos prefabricados están protegidos por patentes y modelos de utilidad regulados por la Ley de Propiedad Industrial e Intelectual".

Reiteró que no llevó a cabo ningún tipo de construcción, pues no es el objeto de ninguna de las empresas que lo integran. "Solamente entregamos estudios, planos, especificaciones bastante detalladas, dado el tipo de proyecto".

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Diseñó alternativa al NAIM a petición de AMLO

La compañía reconoció además que participó en el proceso licitatorio del Nuevo Aeropuerto Internacional de México y luego de que la autoridad no aceptara su proyecto, "asumió con responsabilidad la resolución y el Grupo determinó no impugnarla ni presentar recurso alguno a los que legalmente teníamos derecho".

Expuso que posteriormente, Andrés Manuel López Obrador invitó a la empresa a diseñar una solución alternativa, más barata y menos compleja, para que sirviera como un nuevo centro aeroportuario en el país y que pudiera brindar los servicios requeridos con una inversión que fuera menos costosa para el erario.

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Por lo que Riobóo realizó un estudio técnico, con fines solamente científicos, basado en una profusa investigación y análisis. "Fue publicado y difundido a través de la casa editorial Porrúa, con la finalidad de difundir nuestra visión y respuesta a un problema real y vigente".

La empresa aseguró que ha participado en diversos proyectos con el gobierno capitalino desde 1978 y rechazó haber recibido algún beneficio o trato preferencial distinto a los otros participantes.

Agregó que también participó en el diseño del Viaducto Elevado Bicentenario, en el Estado de México, así como en las autopistas urbanas Norte y Sur, pero contratada directamente por quienes ganaron la construcción y las concesiones.

Con información de Obras