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El proyecto Palafito: ¿una opción de vivienda antihuracanes?

El proyecto comenzó en San Crisanto, una población de la costa de Yucatán, y busca diseñar inmuebles que soporten el embate de los meteoros y tengan una vida útil de 100 años.
lun 04 abril 2016 11:59 AM
Palafito_Vivienda_Yucatán
Palafito_Vivienda_Yucatán - (Foto: Agencia Informativa Conacyt)

Con el fin de resolver los problemas de inundaciones de los pobladores de las costas de Yucatán, un equipo multidisciplinario de científicos tomó el reto de diseñar y construir palafitos, viviendas construidas sobre pilares o estacas, que resista huracanes y alcancen una vida útil de 100 años.

El proyecto Palafito surgió de otro proyecto de investigación, comentó a la Agencia Informativa Conacyt el doctor Federico Dickinson miembro del Departamento de Ecología Humana en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, unidad Mérida (Cinvestav-Unidad Mérida) y coordinador del proyecto.

En 1990 inició una investigación concebida a 10 años que buscaba detectar y resolver, en conjunto con la población de un municipio del estado de Yucatán, problemas que les aquejaran, tanto aquellos percibidos por los propios habitantes como los identificados por los investigadores. El objetivo consistía en lograr una mejora en las condiciones de vida locales, a mediano y largo plazos.

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Para 1995, mientras la investigación seguía su curso, los huracanes Ópalo y Roxana azotaron las costas de Yucatán dejando inundado el puerto de San Crisanto, una comunidad costera donde se realizaba la investigación.

Después de la inundación ocasionada por estos dos huracanes, el grupo de científicos y la comunidad se reunieron para continuar el trabajo de investigación. Fue entonces cuando una de las habitantes de San Crisanto expresó su hartazgo por los efectos de las inundaciones y comentó haber visto en la televisión viviendas que se sostenían sobre pilares y gente que vivía en zonas permanentemente inundadas.

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Al escuchar esta intervención, el grupo de investigación participativa evaluó la idea y concluyó que la construcción de palafitos era una solución viable, por lo que el doctor Dickinson se dio a la tarea de conseguir recursos para este proyecto.

Trabajo con la comunidad

El proyecto fue planeado para ser desarrollado por un equipo multidisciplinario y mediante un diseño participativo. “Como el proyecto se fundó en la investigación participativa, nosotros no diseñamos con los colegas de arquitectura e ingeniería el palafito que se iba a construir, sino que empezamos a trabajar con los posibles usuarios”.

Esto quiere decir que las personas de la comunidad debían capacitarse y aprender una serie de conceptos de fisicoquímica, ingeniería, arquitectura y ecología, con el objetivo de que participaran activamente en lo que se iba a hacer.

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Como resultado del trabajo en conjunto se diseñaron y construyeron dos palafitos, cada uno con materiales diferentes para ser puestos a prueba. Ambas viviendas se entregaron a fines de 2001.

"Parece un proceso muy lento para construir dos casitas, pero esto implica trabajar con los usuarios en la comunidad, respetando sus tiempos y los ritmos de vida. Esto a veces es difícil que lo entiendan las agencias financieras, pero en este caso sí lo logramos", relató Dickinson, quien trabajó para conseguir fondos para el proyecto por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), del gobierno estatal y de diferentes empresas.

Palafitos, a prueba

En 2002, luego de la entrega y ocupación de los palafitos, entró en la Península de Yucatán el huracán Isidoro. Ésta fue la “prueba de agua” de estas estructuras, indicó el investigador.

“El resultado fue espectacular. Ninguno de los palafitos sufrió daño, a excepción de una tapa de tinaco que se voló en uno de ellos y un chorrito de agua que se coló por una de las ventanas del otro”, comentó.

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Después del paso del huracán Isidoro, los miembros del equipo interdisciplinario especialistas en física realizaron pruebas y evaluaron el palafito buscando daños estructurales. Al final del estudio llegaron a la conclusión de que las construcciones no habían sufrido daño alguno y eran perfectamente habitables.

Como coordinador del trabajo, Dickinson evalúa el proyecto de diseño y construcción de palafitos en San Crisanto, Yucatán, como un éxito. Aunque reconoce la existencia de un gran problema, el costo final de la vivienda.

Cuando los palafitos fueron construidos tuvieron un costo aproximado de 250,000 pesos mexicanos, en el 2001. Lo cual, declara el investigador, no es accesible para los habitantes de la costa, que son quienes verdaderamente lo necesitan.

En una etapa posterior se buscó la reducción de costos de construcción, pero el costo de la vivienda sigue siendo relativamente alto para los habitantes del puerto.

El proyecto, que comenzó en el año de 1995, sigue en proceso de perfeccionamiento, pues los resultados de la actividad científica requieren de tiempos para la experimentación, la comprobación y el mejoramiento.

El futuro de este proyecto ahora va encaminado a la búsqueda de la eficiencia económica de los materiales y procesos de construcción de estas viviendas.

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Vivienda

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